La residencia ofrece atención médica y de enfermería continuada, con servicio de enfermería diario y seguimiento médico privado presencial una vez a la semana, complementado con atención telefónica diaria.
La alimentación se cuida al detalle. Contamos con cocina propia y menús elaborados a diario siguiendo las pautas marcadas por nuestra nutricionista, teniendo en cuenta las necesidades individuales de cada residente, tanto desde el punto de vista de la salud como de los gustos personales.
El servicio de limpieza se realiza de forma diaria en todas las estancias del centro, y la lavandería interna garantiza que la ropa personal y de cama esté siempre limpia, cuidada y disponible.
Todos nuestros servicios están diseñados para asegurar la comodidad, la seguridad y la tranquilidad de los residentes y sus familias, con un enfoque profesional y humano en todo momento.
Servicio médico propio
Servicio de Enfermería propio
Servicio de Fisioterapia personalizada
Servicio de psicología personalizado
Servicio de terapia personalizada
Servicio de educación social y animación
Servicio de asistencia social
Se oficia Santa Misa semanal
Disponemos de servicio de podología
Servicio de peluquería a nuestros residentes
Servicio de acompañamiento a los residentes en consultas externas
Visitas a lugares de interés y excursiones
Servicio de voluntariado
Comunicación entre familiar y residente
Servicio de lavandería propia
Sabemos que envejecer con calidad de vida también implica mantenerse activo, socializar y encontrar motivaciones cotidianas. Por eso, en Mimara Losar de la Vera ofrecemos un amplio abanico de actividades pensadas para mejorar la salud física, cognitiva y emocional de nuestros residentes.
Cada día se realiza gerontogimnasia, adaptada a las capacidades de cada persona. También se organizan sesiones de estimulación cognitiva para trabajar la memoria, la atención y otras funciones mentales clave. Periódicamente se celebran actividades de animación y ocio, como juegos grupales, celebraciones temáticas o salidas puntuales al entorno.
Además, se programan sesiones de musicoterapia, una herramienta muy eficaz para conectar emocionalmente, reducir la ansiedad y fomentar la expresión personal. Y cada quince días, el centro acoge una misa abierta a todos los residentes que lo deseen, como espacio de recogimiento y comunidad.